El dia 21, el premier Kishida y el ministro de Salud, Trabajo y Bienestar donaron el arbol Cleyera japonica al santuario, mientras el presidente del Comite de Medidas para las Elecciones del Partido Democratico Liberal y otros cerca de 90 parlamentarios rindieron tributo ante las tablillas mortuorias de los criminales de guerra de categoria especial.

Este alboroto que se repite cada ano y cada oportunidad en el pais criminal de guerra resulta una burla a la conciencia y justicia de la humanidad y una muestra de la ambicion revanchista de camuflar su guerra de agresion cometida en el siglo pasado y vengarse de su derrota.

Es conocido por todo el mundo que el pais isla no desea la paz sino pretende provocar nueva agresion y realizar a toda costa su aneja ambicion de "esfera de coprosperidad de la gran Asia Oriental".

Lo evidencia la conducta de los reaccionarios japoneses.

Al modificar los 3 documentos referentes a la seguridad inclusive la "estrategia de seguridad nacional", ellos anotaron oficialmente la necesidad de tener la "capacidad de contraataque" (la de ataque a la base enemiga) y decidieron asignar el 2% del PIB como "gastos para la defensa".

Con el sucio intento de facilitar la recogida de informaciones militares para la reagresion, acordaron en marzo pasado con los titeres surcoreanos poner en vigencia el "Acuerdo General sobre la Seguridad de la Informacion Militar" que estaba en suspension.

Bajo el pretexto de preparar la "capacidad de contraataque", el pais isla se enfrasca en la compra del misil crucero Tomahawk de fabricacion norteamericana y otros armamentos ultramodernos y moderniza todos los buques Aegis como los cargados de misiles. De esta manera, acelera el aumento armamentista de las "Fuerzas de Autodefensa".

La capacidad militar de Japon ya se convierte en las perfectas fuerzas de ataque, por encima del nivel de defensa del territorio nacional.

En una reciente reunion plenaria de la Camara de Representantes, Kishida dijo en publico que "es posible el ejercicio de la capacidad de contraataque cuando se den las condiciones favorables al uso de armas", lo cual es una muestra contundente del intento de Japon de cometer nueva agresion.

En particular, despues de la reciente visita al santuario, los politiqueros japoneses revelaron abiertamente sus malas entranas de resucitar la posicion antigua de la epoca del imperio, al expresar "agradecimiento" y "respeto" a los criminales de guerra de categoria especial describiendolos como "piedra angular de la paz y prosperidad".

Ahora la sociedad internacional observa atentamente la actitud de las peligrosas fuerzas agresivas en Asia.

Si los reaccionarios japoneses siguen la ofrenda y la visita al Santuario Yasukuni con el revanchismo y la ambicion de nueva agresion, sufriran el aislamiento internacional y el arruinamiento.

Japon debe dejar la ilusion vana de repetir su expediente criminal.