Hubo discursos de juramento en la ocasion en que participaron el presidente del Comite Central de la Union de la Juventud Patriotica Socialista, Mun Chol, el secretario del Comite del Partido del Trabajo de Corea en la Provincia de Hwanghae del Sur, Pak Thae Sop, los funcionarios interesados y de la Union de la Juventud y los jovenes y estudiantes.

Calificando la reciente visita a EE.UU. del traidor titere Yoon Suk Yeol de la mas hostil, agresiva y humillante en busca de guerra nuclear, los oradores condenaron categoricamente en nombre de la juventud coreana los documentos intrigantes, fabricados por el amo gringo y su lacayo no.1, que son producto de la ambicion criminal de los colmados de la hostilidad anti-RPDC.

La grave situacion de hoy, creada debido a la intencion hostil del imperialismo norteamericano y los titeres surcoreanos y su campana encaminada a atropellar a la RPDC que se tornan cada dia mas temerarias, demuestra patentemente cuan justas son las medidas que toman nuestro partido y Estado para incrementar el potencial de defensa nacional cuyo eje es las fuerzas armadas nucleares, apuntaron.

Afirmando que los 5 millones de jovenes coreanos estaran al frente de la sagrada guerra para castigar a los malvados que dijeron disparates contra la RPDC, expresaron la voluntad de exterminar implacablemente a los enemigos que intentan acabar con la vida, felicidad y futuro del pueblo coreano.

El imperialismo norteamericano y la banda titere surcoreana, que niegan la misma existencia de nuestro Estado, veran cuan tragico sera el precio de sus locuras y disparates, advirtieron y sentenciaron solemnemente que el revanchismo de los jovenes se extendera a la victoria en la batalla antiyanqui y anti-Sur de Corea.

Los participantes realizaron la quemadura de las efigies de los agresores y provocadores con el sentimiento de dar muerte a los enemigos abominables.

Acto seguido, corearon en alto las consignas antiyanquis y anti-titeres constatando la firme concepcion sobre el enemigo principal y la voluntad de ajustar las cuentas finales con los agresores y maniacos de guerra.