Su texto íntegro sigue:

Hace un año, hemos diagnosticado que la crisis de Ucrania es precisamente la de EE.UU. y éste será el derrotado final.

A más de 450 días desde el estallido de la crisis de Ucrania como producto directo de la estrategia de EE.UU. de presionar a Rusia, estamos viendo al imperio y la comunidad occidental que pasan descabellados el último límite que no debieron cruzar.

A principios de la crisis, EE.UU. se mostraba "cauteloso" en la asistencia de equipos militares a Ucrania hablando de la supuesta "ayuda de armas para la defensa".

Pero, al ver la señal segura de prolongación del incidente ucraniano, fomenta el clima de ayuda cuantiosa de armas exponiendo su naturaleza.

Antes suministraba principalmente los misiles portátiles contra carros blindados y los antiaéreos como Javelin y Stinger y, hoy en día, envía al campo de guerra de Ucrania el lanzacohetes reactivo HIMARS y el sistema de misil interceptor Patriot.

Además, se prevé que se introducirán ahí hasta los tanques principales de fabricación norteamericana Abrams.

Decenas de miles de mercenarios ucranianos se pertrecharon con armamentos norteamericanos y fueron entrenados por el estilo gringo para ser enviados otra vez al campo de batalla encarnizada bajo el mando directo de los asesores despachados por EE.UU.

La administración actual de EE.UU., máximo deudor del mundo que afrontará pronto la crisis de insolvencia estatal, decidió ofrecer a Ucrania la asistencia urgente de seguridad, valorada en 45 mil millones de US$, e instigan a sus satélites a tomar parte activa en la ayuda.

Hasta la fecha, los países miembros de la OTAN, encabezada por EE.UU., mandaron a Ucrania los armamentos letales que ascienden a 71 mil millones de US$, inclusive más de 230 tanques principales como Leopard-2 y Challenger 2, mil 550 carros blindados, los drones, helicópteros, cañones de grueso calibre y las municiones de diferentes calibres.

Recientemente, Gran Bretaña entregó los misiles cruceros de centenares de km de alcance Storm Shadow, hecho que muestra la intención de las fuerzas occidentales de ampliar la guerra ucraniana hacia la profundidad del territorio ruso.

Es una cuestión de tiempo que EE.UU. suministre adicionalmente nuevos medios de ataque preciso como misiles ATACMS a ser cargados en HIMARS.

La entrega de los medios de ataque preciso a Ucrania por parte de EE.UU. y sus aliados significa la más clara declaración de guerra contra Rusia y la acción militar que amenaza directamente la soberanía y seguridad territorial del país euroasiático.

Es evidente cuál canallada cometerán con misiles suministrados por EE.UU. y el Occidente los gángsteres militares ucranios que mandaron los drones de ataque a Kremlin, zona inviolable de Rusia.

De esta manera, EE.UU. pasó sin vacilación alguna la "línea roja" que no debió cruzar en ningún caso.

La gravedad del caso no se limita al continente europeo.

El Sur de Corea había ofrecido ya de manera sigilosa e indirecta a Ucrania más de 800 mil proyectiles de grueso calibre. Y ahora expone abiertamente la voluntad de darle los armamentos mortales presentándose como una parte beligerante contra Rusia.

Fueron hechos en el Sur de Corea un millón de bombas de grueso calibre, que EE.UU. va a entregar a Ucrania.

Este hecho preocupante demuestra que el nubarrón de guerra del continente europeo se desplaza por fin a la región de Asia-Pacífico y que la crisis de Ucrania se convierte prácticamente en la nueva guerra mundial.

Pero, no pasa de ser el último coletazo la conducta desesperada de EE.UU. y sus satélites que tratan de derrotar a toda costa a Rusia invirtiendo sumas astronómicas tras convertir el territorio ucranio en el campo de prueba de sus armamentos mortíferos y el de guerra por conducto de sus títeres en el terreno.

Históricamente, la nación rusa tiene la tradición de victoria y el temperamento de frustrar la invasión de fuerzas extranjeras y destruir por completo hasta sus focos.

Lo que temen más EE.UU. y las fuerzas occidentales es que la victoria de Rusia se extienda al arruinamiento del mundo occidental liderado por EE.UU sin limitarse a la derrota de Ucrania.

Por esta razón, dicen por una parte como si desearan la solución pacífica del incidente de Ucrania y, por la otra, pretenden prolongarlo mediante la donación desmesurada de armas.

El ofrecimiento colectivo de armamentos bajo el control de la actual administración estadounidense, que quiere someter todo el continente europeo al paraguas de seguridad de EE.UU., por encima de los intereses de los países europeos, no fomenta el fin del litigio, sino produce el resultado de poner en peligro permanente la paz regional y destruir la civilización humana demorando la evolución de la guerra.

Es intolerable la actitud parcial de EE.UU. y los países occidentales que describen como lo "justo" su crimen de haber violado sistemáticamente durante varios decenios los legítimos intereses de seguridad de un Estado soberano a fin de mantener su posición hegemónica y califican de "agresiva" y "provocativa" la legítima respuesta con fines de autodefensa de ese último.

EE.UU. y sus satélites dan lo negro por lo blanco insistiendo en que la donación de sus armas mortíferas a Ucrania es una medida necesaria para la "defensa de paz" y la "autodefensa" y calificando el apoyo justo de la sociedad internacional a Rusia como una "confabulación" con el "invasor".

Pero, no podrán ocultar la verdad de ninguna manera.

Ellos no deben olvidar ni un momento que se enfrentan con los heroicos e indoblegables militares y civiles de Rusia y que al lado de éstos, están siempre los países amigos justicieros y poderosos que aspiran a la paz y verdad.

Ya llegó el momento en que la imparcial sociedad internacional debe movilizarse unánimemente por la victoria de Rusia.

Los armamentos y municiones amontonados por los aliados de Ucrania convirtieron a ésta en un polvorín de gran tamaño que ante un golpe de Rusia, devastará lo todo de ese territorio generando una nube de hongo.

Ya fue derrotada y condenada al fin trágico la camarilla de Zelenskiy, lacayo proyanqui no.1 que dejó al control de las fuerzas extranjeras los destinos del pueblo ucraniano.

El próximo será EE.UU. y sus seguidores.