Al insistir durante su reciente visita a China en que este pais se halla en la unica posicion de presionar a Pyongyang, el secretario de Estado de EE.UU., Blinken, pronuncio palabras de caracter intimidante como tomar con Japon y el Sur de Corea las medidas militares desagradables a China si esta no se mueve.

De esta manera, el demostro por si solo que no pasa de ser realmente un diplomatico de bajo nivel, acostumbrado a la "diplomacia" de garrote, que no puede distinguir siquiera el caracter de las relaciones entre los Estados, si bien se cree el veterano y sabio del circulo diplomatico de EE.UU.

El chisme rutinario de Blinken, que no tiene nada nuevo ni ayuda a resolver el problema, es una expresion de la peligrosa mentalidad hegemonica que lleva otra vez lo todo al circulo vicioso al volverse al punto de partida de hace mas de 30 anos pasados, tiempo en que queda aun irresuelto el problema de la Peninsula Coreana.

La causa de agravacion de tension en la Peninsula Coreana no esta en nuestro pais o el Estado vecino, sino en EE.UU. que atento gravemente contra la soberania y seguridad de la RPDC practicando la politica hostil mas cruel.

No se eliminaran nunca la tension militar y estado de enfrentamiento en la region mientras se mantenga tal causa raigal que durante varias decadas, llevo el problema de la Peninsula Coreana a la actual coyuntura de aguda confrontacion.

El presente disparate de Blinken devino una oportunidad de confirmar de nuevo que EE.UU., que persigue invariablemente la hostilidad a la RPDC, es el ente mas hostil a que debemos enfrentarnos hasta el final con el modo de accion mas evidente.

EE.UU. debe darse cuenta de que si amplia el despliegue de propiedades estrategicas y realiza mucho mas ejercicios belicos de evidente caracter agresivo bajo el rotulo de proteccion de la alianza, se vera obligado a percibir como amenaza mas real la inquietud de seguridad propia que va a encarar.

Aprovechando esta ocasion, advertimos seriamente que en el caso de que se incrementen las medidas militares de EE.UU. y el nivel de sus provocaciones en la Peninsula Coreana y la region, se agrandaran de manera mas aplastante y ofensiva la dimension y esfera de las acciones de respuesta de la RPDC.

EE.UU. deberia tener presente que mientras no pare sus acciones, que constituyen una amenaza a la RPDC, despreciando los derechos e intereses de esta e infringiendo su soberania, ni proceda a la accion evidente para cancelar la infame politica hostil anticoreana, no habra ninguna contencion o regulacion en el ejercicio del derecho a la autodefensa de la RPDC.