Le acompanaron en esta ocasion el ministro de Defensa Nacional de la RPDC, Kang Sun Nam, y otros mandos del MINDEN y los comandantes de las fuerzas armadas de diferentes tipos del Ejercito Popular de Corea y los jefes de las grandes unidades combinadas.

El estimado companero Kim Jong Un deposito una flor ante el cementerio.

Rindio homenaje a los martires de la gran decada quienes con la victoria a costa de sangre y el sacrificio valioso, defendieron honrosamente la soberania y la tranquilidad de la patria y el pueblo y crearon el noble patrimonio ideo-espiritual y la tradicion de victoria como piedra angular de la supremacia eterna de la RPDC.

El milagro del 27 de julio, que lograron los primeros defensores de la RPDC resguardando firmemente la primera linea de la lucha antiimperialista en una parte del Oriente de la Tierra, significa el triunfo de la excepcional y ferviente causa patriotica de nuestro ejercito y pueblo que defendieron a ultranza el honor y la soberania de la patria, dijo.

Al mismo tiempo, -prosiguio- constituye la gran victoria de importancia historica para la humanidad que freno el estallido de nueva guerra mundial infligiendo la verguenza y derrota nunca reparables al imperialismo norteamericano, caudillo de la agresion.

El triunfo logrado en la guerra por la generacion triunfadora a precio de sangre y vida y las victorias sucesivas, que hemos alcanzado durante 7 decadas de siglo en siglo y generacion tras generacion en la indoblegable confrontacion con el imperialismo norteamericano, constituyen el verdadero ejemplo de defensa de la patria y la paz que puso de relieve a todo el mundo la existencia material del pais del pueblo y el Estado justiciero que no se puede conquistar con ninguna fuerza, acoto y afirmo que esto deviene la dignidad orgullosa sin precedentes en la historia de 5 milenios de la nacion coreana.

Es invencible un Estado que tiene gran historia y tradicion y firme sucesion, apunto y aseguro que saldra siempre victoriosa la RPDC, potencia mas digna e independiente del mundo, cuando se de continuidad al espiritu heroico y temperamento de lucha, manifestados en la gran decada, como fuerza irresistible tipica de la revolucion coreana.