Entonces, crecia el descontento de las victimas y otros por el gobierno japones que no tomaba ninguna medida de recuperacion.

Para aplacar tal disgusto, los imperialistas japoneses inventaron los rumores de "incendio" y "rebelion" y proclamaron la "ley marcial del tiempo de guerra".

Esta ley instruia matar implacablemente a los coreanos definiendolos como "enemigos".

Los asesinos japoneses mataron cruelmente a mas de 23 mil coreanos inocentes usando rifles, espadas japonesas, porras y otras armas mortiferas.

Esta matanza barbara, organizada y planificada por los imperialistas nipones, fue un tremendo crimen del Estado que no se puede justificar por nada.

Pero, el pais isleno niega totalmente hasta la fecha su expediente criminal del siglo pasado, incluso la masacre de coreanos durante el gran terremoto de Kanto.

Ultimamente, trata de fabricar la alianza tripartita de caracter agresivo, luego de publicar la ampliacion y realizacion periodica de los ejercicios militares conjuntos con EE.UU. y los titeres surcoreanos.

Ademas, la descarga al mar de las aguas contaminadas de la Central Nuclear de Fukushima pone al desnudo la naturaleza de los reaccionarios japoneses que son capaces de cualquier cosa para satisfacer sus intereses.

Hay que liquidar sin falta las cuentas finales con el pais isla que impone de siglo en siglo tremendos desastres a la humanidad.