Hace poco, un medio de prensa británico informó que el G7 está buscando la manera de utilizar las propiedades de Rusia en el extranjero para el apoyo militar a Ucrania.

De acuerdo con la fuente, el G7, que reclamaba tanto la "congelación de bienes de Rusia", discutió profundamente el tema de aprovechar para el apoyo a Ucrania las propiedades congeladas como fondos del Banco Central de Rusia que estuvieron conservados en las instituciones financieras extranjeras.

El G7, autodenominado "club de adinerados" para los "aristócratas" que vivió ya su tiempo, llegó al extremo de arrebatar los bienes ajenos, hecho que causa la compasión, antes de indignación.

Todo el mundo sabe que el G7 y otras fuerzas occidentales vinieron instigando a la banda de Zelenskiy de Ucrania al enfrentamiento militar con Rusia suministrándole los armamentos y fondos.

Pero, la situación de la guerra ucrania produce un resultado diametralmente opuesto a la expectativa de EE.UU. y otros países occidentales que desean el "aislamiento y debilitamiento" de Rusia.

Ahora el prematuro "contraataque" del ejército ucranio se concluye con colosales pérdidas de efectivos y equipos técnicos de combate ante la operación militar especial de las tropas rusas.

Para colmo, los países occidentales, que se describían la retaguardia "confiable", sienten miedo a la supremacía y potencial estratégico de Rusia sospechando la capacidad de reembolso de deudas de Ucrania y cambian su postura para liberarse del compromiso de ayuda.

Hasta EE.UU., que se porta como jefe del G7, no ha podido buscar todavía nuevo remedio para ayudar a Ucrania y se prevé que se agotará dentro de este año lo poco que resta de sus fondos de asistencia.

Sin embargo, el G7 y otros "socios" occidentales de Zelenskiy no hacen otra cosa que decir palabras hueras como "estaremos con ustedes" y "no pierdan la esperanza en la batalla con Rusia".

Ahora circula ampliamente el rumor de que Ucrania se derrumbará por completo en verano del año próximo si se para la asistencia del Occidente.

La salida, que ha buscado por fin el G7, es saltear a otros y entregar lo sustraído a sus lacayos de guerra.

El G7 tiene la intención de sacar provechos propios y continuar la guerra anti-Rusia por conducto de Ucrania al entregarle los fondos congelados del Banco Central de Rusia y darle así el "poder adquisitivo" de sus armas.

Hace unos años, EE.UU. arrebató hasta los insignificantes bienes congelados de Afganistán al retirarse de los territorios ocupados de este país y los gastó para la solución de problemas internos. De hecho, el pillaje es la principal doctrina de subsistencia del G7, liderado por EE.UU. muy "experto" en el bandidaje.

El "grupo de nobleza" de la época antigua, engordado con la injerencia, presión, agresión y saqueo a otros países, cayó ahora en una situación miserable de "bandolero callejero".

La sociedad internacional, que ama la justicia y verdad, no tolerará nunca la tiranía y arbitrariedades de los bandidos al mando de EE.UU.