Cada dia, se mudan a nuevas casas modernas los trabajadores comunes que viven felizmente en el regazo del estimado companero Kim Jong Un, gran dirigente y padre afectuoso.

Los constructores jovenes felicitaron cordialmente a los inquilinos de nuevas moradas que sienten en carne propia las grandes benevolencias del Partido que procura la vida feliz del pueblo.

Desde el rascacielos de 80 pisos, se puede contemplar el panorama de Pyongyang en cambio constante y el aspecto de desarrollo vertiginoso en la gran era de Kim Jong Un.

Todos los que viven en esta avenida floreciente vuelven a constatar que se va cumpliendo el magno proposito del Mariscal de convertir el pueblo coreano en el mas feliz del mundo.

Se escuchan en cualquier casa las voces, que expresan la voluntad de recompensar las benevolencias del Partido, y las canciones "Padre afectuoso" y "No envidiamos nada a nadie en el mundo".

El panorama de mudanza es otro paisaje pintoresco de la epoca del Partido del Trabajo que prospera junto con la era de florecimiento de la ciudad de Pyongyang, agitada de creaciones y cambios.