Su texto íntegro sigue:

Ya pasaron 3 años desde cuando EE.UU. fabricara AUKUS, sistema exclusivo de alianza técnica para la seguridad nuclear con Gran Bretaña y Australia.

Ese trienio comprobó la naturaleza de AUKUS como promotor de carrera armamentista y grave amenaza al sistema de no proliferación nuclear y como destructor de equilibrio estratégico regional.

Aunque EE.UU. insiste en que AUKUS no apunta a ningún país específico ni ejerce influencias sobre el sistema de no proliferación nuclear, esto no pasa de ser una verbosidad para defender su chovinista política de engrosar la alianza.

Hoy en día, la Península Coreana y la región de Asia-Pacífico se empantanan en una situación más inestable debido a la conducta conflictiva de EE.UU. que recurre al modo de pensar de la guerra fría y al enfrentamiento entre los campos que contravienen totalmente al deseo de la humanidad sobre la paz y la estabilidad del mundo.

EE.UU. clava un puñal en las espaldas del país aliado

En cuanto a AUKUS fabricado el 15 de septiembre de 2021, el canciller francés lo condenó fuertemente diciendo que esto no se trata simplemente de la quiebra del contrato de submarinos, que se promovía entre su país y Australia, sino el acto de clavar un puñal en las espaldas del país aliado.

El hecho de que haya traicionado de repente a su aliado europeo la administración Biden que abogaba por el "aprecio y fortalecimiento de la alianza" hablando del "regreso de EE.UU.", genera hoy también el gran impacto e interrogantes entre la sociedad internacional.

Dan la respuesta a este tema el aspecto de Australia, que se convierte en la base avanzada de EE.UU., y la conducta de AUKUS que amplía su esfera.

En primer lugar, mediante la transferencia de las tecnologías de submarino de propulsión nuclear, EE.UU. convierte a Australia en el poderoso aliado militar que puede mantener a raya a los Estados soberanos e independientes en la región de Asia-Pacífico.

EE.UU. impulsa con Gran Bretaña el proyecto de dotar a Australia de una flota de 8 submarinos de propulsión nuclear hasta 2055 y, por otra parte, extendió desde 2022 al desarrollo de armas hipersónicas la cooperación trilateral en el dominio de tecnologías militares de punta. Además, aflojó las medidas de limitación de la exportación de tecnologías militares y armas y construye en gran escala en el país de Oceanía las instalaciones para operar sus activos estratégicos nucleares y armamentos sofisticados.

Entrega sistemáticamente a Australia también los armamentos como misil crucero Tomahawk, los otros interceptores buque-aire y helicópteros de ataque y le ayuda hasta en la fabricación y exportación de misiles.

En segundo lugar, EE.UU. intenta desarrollar AUKUS como bloque militar multilateral que incorpore a mucho más países aliados.

En cada oportunidad que se les presenta, los funcionarios de la administración estadounidense insisten repetidamente en que está abierta la puerta de ingreso en AUKUS si los países socios lo consideren conveniente.

En abril pasado, fue publicada en las conversaciones de las autoridades de defensa nacional de EE.UU., Gran Bretaña y Australia una "declaración conjunta", según la cual se está examinado el proyecto de promoción de la cooperación entre AUKUS y Japón en el dominio de tecnologías de punta.

En la cumbre EE.UU.-Japón efectuada seguidamente en Washington, se acordó la cooperación entre AUKUS y Japón en las 8 esferas principales de defensa nacional tales como la inteligencia artificial y la cibernética.

Hablando de la necesidad de que AUKUS coopere más estrechamente con los países como la República de Corea en la región de Indo-Pacífico, EE.UU. intenta involucrar en AUKUS a los países aliados como la RC, Nueva Zelanda y Canadá en calidad de "socios".

Todos los hechos muestran que el designio político de ampliar la alianza con las fuerzas seguidoras como bloque militar multilateral, basado en armas nucleares, y tomar la superioridad estratégica en la región hizo a EE.UU. dar una puñalada en las espaldas de su aliado.

AUKUS causa la fuerte repulsión de la sociedad internacional

Desde que estrenara en el mundo su perfil detestable, AUKUS ha sido el objeto de condena y rechazo de numerosos países.

Al definirlo como la "OTAN de versión asiática", Rusia criticó que EE.UU. y sus aliados persiguen un enfrentamiento de largo plazo en la región.

Entre tanto, China especificó que ese aparato de seguridad bajo las batutas de EE.UU. amenaza la paz y estabilidad de la región y produce la carrera armamentista.

Por su parte, los países del Sudeste Asiático colindantes con Australia exigieron a las potencias que no perjudicaran con coacción los intereses de otros países, señalando que ella juega en la región el "papel policial" al servicio de EE.UU.

Igualmente, numerosos medios de prensa y especialistas en el tema de seguridad expresan la preocupación opinando que la fabricación de AUKUS da lo mismo que abrir la "caja de Pandora nuclear".

No carecen de fundamentos tales criterios de los países regionales y especialistas.

Con el uranio altamente enriquecido, combustible de submarinos de propulsión nuclear que se transfieren a Australia, es posible fabricar 160 ojivas nucleares, hecho que muestra la gran probabilidad de que el accionar de AUKUS se extienda al armamento nuclear del país de Oceanía.

Además, se confirma con hechos que EE.UU. alienta la ambición de armamentismo nuclear de Japón, la República de Corea y otros aliados de la región, al transferir a Australia el submarino de propulsión nuclear y las tecnologías vinculadas.

Así en esos países satélites crece cada día el "afán por ingresar en AUKUS", lo cual insinúa que será golpeado en cadena el sistema global de no proliferación nuclear.

El atributo exclusivo y conflictivo de AUKUS contra los terceros países es también el factor que despierta la precaución más seria en los países regionales.

Inicialmente, EE.UU. decía que AUKUS no apuntaba a un Estado específico, pero no oculta últimamente que sus blancos son los países soberanos e independientes en la región.

Los altos funcionarios de la administración norteamericana expusieron más abiertamente su siniestra intención de refrenar a los países soberanos por conducto de AUKUS, diciendo que este bloque considera como "amenaza" para la región Indo-Pacífico a China, Rusia y la RPDC.

Si se toma en cuenta que EE.UU. se apela a la política de "alianza de cerco en forma de greca" que se propone aglutinar orgánicamente a sus aliados por doquier del mundo, es una cuestión de tiempo que AUKUS se fusione con el bloque de alianza militar EE.UU.-Japón-RC y con los otros militares y políticos bajo el liderazgo de EE.UU. como SQUAD y QUAD.

Como consecuencia, se tornará más fija en la región la estructura de nueva guerra fría.

Este hecho es el motivo evidente de la fuerte repulsión y precaución de la sociedad internacional con AUKUS.

La política de Washington de ampliar bloques acelera la derrota estratégica de EE.UU.

La actual administración norteamericana habla con bombo y platillo que la fabricación y ampliación de diferentes bloques constituyen su "mérito diplomático" que eleva el valor estratégico e intereses de su país.

Pero, cualquier persona, que tenga un entendimiento básico sobre la situación crítica que afronta EE.UU. en el ámbito exterior, fácilmente se dará cuenta de que tal opinión es muy parcial.

En enero de este año, la revista norteamericana National Interest planteó este interrogante "¿Será todavía EE.UU. la única superpotencia del mundo?" precisando que este país se encuentra en un dilema debido a la intervención excesiva en varios problemas regionales y la consiguiente agravación de conflictos con los países regionales.

De hecho, la política de ampliación de alianza de EE.UU. en escala mundial desgasta y debilita su potencial exponiéndolo al ambiente más peligroso.

Sobre todo, la actual administración norteamericana malgasta sumas astronómicas en el aumento de gastos militares para el mantenimiento y ampliación de bloques y la operación de sus bases militares en ultramar y se muestra más fanática en la ayuda militar a los países seguidores como Israel y Ucrania, lo cual agrava cada día la crisis de deudas de EE.UU.

El amparo descarado de EE.UU. a los países, que recurren al enfrentamiento militar cometiendo la matanza masiva de civiles, resta sus influencias en la región funcionando como catalizador del clima antiyanqui en la arena mundial.

En particular, la fundación de alianza militar de alcance global, encaminada a asediar y refrenar a los países soberanos e independientes, es una maniobra de EE.UU. para causar el enfrentamiento entre los campos. Así instiga a los países soberanos a consolidar por todos los medios su potencial de autodefensa y a formar y fortalecer el eje estratégico de justicia para doblegar y acabar con los bloques militares de carácter agresivo.

Este hecho vaticina que EE.UU. caerá en el laberinto estratégico sin salida si se obstina en su política de ampliar los bloques.

La imagen de EE.UU., que persigue el enfrentamiento entre los campos, no es la gallarda de "única superpotencia" y hace recordar el antiguo imperio romano en decadencia.

La justa sociedad internacional responderá con la fuerza poderosa sin tolerar nunca la locura conflictiva de EE.UU. que con su imprudente política hegemónica y ampliación de bloques, vulnera la paz y estabilidad de la región y el resto del mundo.

La ampliación exclusiva de bloques por Washington será el factor decisivo de aceleración de la derrota estratégica de EE.UU.