Su ejemplo más representativo es la "declaración presidencial" que han inventado los cancilleres de los países miembros de G7 al cabo de una conspiración sostenida el día 24 aparte de la 79ª sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

La nota describió a las fuerzas armadas nucleares de carácter autodefensivo de la República Popular Democrática de Corea como "ilícitas que violan la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU" y para colmo se atrevió a insistir en su renuncia.

El hecho deviene una seria provocación política y un flagrante acto violador de la soberanía que niegan la posición constitucional de la RPDC que refleja la voluntad unánime de todo el pueblo coreano, siendo una palabra dura que impone renunciar la garantía absoluta de la seguridad estatal y los derechos a subsistencia.

Ya hemos instituido como máxima ley de la República la política de las fuerzas armadas nucleares del Estado como aparato político e institucional para garantizar con firmeza la seguridad eterna de nuestro Estado y pueblo.

Es tan sucia la misma composición del G7 porque en él se encuentran el país criminal que ha utilizado las armas nucleares contra la humanidad, los países que las poseyeron con mala intensión y el otro peligroso que se desespera obtenerlas para satisfacer su ambición revanchista. Entonces, este colectivo se desespera por privar de los derechos intocables de nuestro Estado que posee los medios nucleares autodefensivos, lo que deviene un crimen más grande y jamás tolerable.

Hasta la fecha, el G7 vino abultando los crímenes amenazantes al ambiente de seguridad de la RPDC.

EE.UU. y Japón escenificaron desesperadamente junto con la República de Corea en la Península Coreana y sus contornos diversos entrenamientos bélicos que pretenden el uso de armas nucleares activando la alianza militar tripartita. Y otros países miembros del G7 se alistan a porfía a esta payasada conflictiva anti-RPDC, lo que evidencia claramente que este colectivo es el "grupo de vasallos de categoría especial" que hace "aporte" a destruir la paz y estabilidad de la Península Coreana y la región.

Para colmo, los miembros de ese grupo se enfrascan en las maniobras de EE.UU. de resucitar y ampliar la ilícita "comandancia de las fuerzas de la ONU" con el objetivo de obtener el boleto a la "segunda guerra coreana" y de ellos existen también los países vencidos en la Segunda Guerra Mundial.

En tal circunstancia, el G7 se atrevió a discutir el problema de "desnuclearización" de alguien durante el período de sesión de la Asamblea General de la ONU que aborda las situaciones trágicas de Europa y el Medio Oriente, lo que es la expresión de su ambición desesperada de eliminar a toda costa el disuasivo nuclear de carácter autodefensivo de la RPDC bajo el control de EE.UU.

Es tan absurdo que el G7, que no tiene la calificación de representar la sociedad internacional, haya intentado a negar las leyes de la RPDC.

Debería saber que no podrá tocar con cualesquier intenciones nuestras fuerzas armas nucleares.

Y también ha de saber que la RPDC nunca renunciará sus armas nucleares.

Todo el pueblo coreano defenderá a costa de la vida su Constitución.

Advertimos a las hordas que se obstinan en la estupidez.

Se saldarán de todos los crímenes de G7 que ha violado la ley estatal de la RPDC.