Le acompañaron el jefe del Estado Mayor General del EPC, Ri Yong Gil; el jefe de la Dirección Política General del EPC, Jong Kyong Thaek; el primer subjefe del EMG del EPC, Jong Myong Do; y los subjefes del EMG del EPC, Kim Yong Bok y Ri Chang Ho.

Le recibieron en el polígono los directivos de la escuela.

A principios de septiembre pasado cuando inspeccionaba la escuela, centro de formación de pilares de la artillería del país, Kim Jong Un dio la orientación de formar como artilleros omnipotentes y talentosos, capaces de aniquilar cada uno a cien enemigos y dotados de la perfecta capacidad de mando del combate, a todos los graduados del plantel que se encargarán del futuro de las fuerzas artilleras autóctonas y les prometió que encontraría un tiempo para asistir a su tiro de combate.

El campo de disparo se caldeaba por el afán de los profesores y alumnos de aprovechar la oportunidad para mostrar al Comandante Supremo su arte de tiro que cultivaron con todo empeño evocando con orgullo y emoción aquel día en que los visitó el gran comandante de acero para enseñarles la gran verdad de la filosofía de la artillería.

Kim Jong Un recibió en la atalaya un parte del director de la escuela sobre el plan de cañonazos y su decisión acorde a las circunstancias del simulacro y vio el entrenamiento de fuego.

Los graduados abrieron a la vez el fuego tras calcular rápido los datos técnicos necesarios.

Decididos a defender el territorio patrio exterminando a los enemigos con ataques implacables y contundentes, asestaron golpes certeros.

Mostraron plenamente su capacidad de combate que cultivaron en apoyo al propósito del CC del PTC de dominar los autóctonos métodos de artillería y los armamentos de diferentes tipos y de prepararse perfectamente para doblegar y aniquilar a los enemigos con una rápida reacción en las eventualidades.

Observando satisfecho el hábil manejo de cañón y la buena puntería de los alumnos, el visitante dijo que se nota que la escuela ha concedido mucha importancia a los ejercicios de combate, al igual que a la educación teórica militar, y se mostró muy contento por el resultado del tiro.

Sugirió ser más exigentes en la calificación de la puntería y la concentración del disparo para que los alumnos continuaran esforzándose por alcanzar nuevas metas.

El resultado del cañoneo de hoy es una prueba de la justeza y vigencia de la orientación del Partido sobre la instrucción militar y la revolución de los ejercicios, así como exhibe con orgullo el alto nivel que ha alcanzado la rama de la educación de artillería, señaló.

Instó a la escuela a materializar cabalmente la exigencia de la política partidista de acertar el blanco "sin el disparo de ensayo" y mejorar el nivel cualitativo de la educación de artillería dando enfoque en aniquilar a los enemigos con la batalla móvil y el asalto, al perfeccionar constantemente las tácticas de la guerrilla conforme a las condiciones reales de la zona de operación.

Se presenta como tarea más apremiante e imprescindible elevar el nivel general de los conocimientos científico-técnicos militares y la profesionalidad de los oficiales y soldados de artillería, recalcó e indicó la meta que el sector de la enseñanza de artillería debe alcanzar en el futuro.

El carné de notas de los graduados comprueba su nivel de conocimientos militares y, al mismo tiempo, es el aval de la seguridad de la patria y el pueblo, apuntó y agregó que ellos deben impulsar el crecimiento constante de las fuerzas artilleras con una amplia visión táctica y operacional, el arte de tiro certero y la alta conciencia política de que son comandantes del arma principal del EPC.

Al término del entrenamiento, se dirigió a la posición de fuego para felicitar y estimular a los fidedignos comandantes de reserva que honraron a la escuela con sus cañonazos infalibles.

Al retratarse con ellos, expresó la convicción de que cumplirán el papel de locomotora en consolidar las posiciones de artillería de todo el ejército como puntos de sostén para adelantar la victoria en la guerra y que serán siempre fieles a su honrosa misión de comandantes del EPC que poseen la lealtad incondicional y el espíritu de servir con entera disposición al Partido, la revolución, la patria y el pueblo.

Los alumnos dieron vivas al Comandante Supremo quien les infundió la fe y valentía incomparables en una prueba en que ellos daban los primeros pasos como comandantes del arma no.1 de las fuerzas armadas revolucionarias de la RPDC.

Los comandantes, profesores y matriculados de la escuela reafirmaron la voluntad de hacer más aportes a desarrollar las fuerzas artilleras como el arma más poderosa del mundo, al apoyar con acciones intachables la guía del gran comandante quien trabaja con abnegación por el fortalecimiento de ellas inspeccionando sin parar las unidades del ejército.