Su texto completo sigue:

Se desarrolla en una etapa extremadamente temeraria la campaña de presión anti-RPDC de EE.UU. en materia de "derechos humanos" para manchar la imagen de nuestro Estado muy digno y justificar su política hostil a la RPDC.

Recientemente, el "enviado especial de derechos humanos" y el embajador itinerante encargado de los asuntos criminales y judiciales internacionales del Departamento de Estado de EE.UU. reunieron en Seúl a las autoridades del gobierno de la República de Corea fantoche y las entidades fulanas y menganas de "DDHH" y urdieron con ellas un complot contra la RPDC en este tema. Con anterioridad, un alto funcionario del Departamento de Estado efectuó un debate de "DDHH" con las fuerzas satélites en una escena de la ONU.

En particular, el "enviado especial de derechos humanos" reconoció que la meta de la política sobre la RPDC de la actual administración norteamericana es acabar con la idea y régimen de la RPDC, al disparatear que el "influjo de informaciones y divulgación de religión" constituyen el "pilar principal de la política de EE.UU. sobre la RPDC".

El MINREX de la RPDC condena y rechaza categóricamente el embuste de "DDHH" de EE.UU., peor violador de DDHH del mundo, calificándolo de un atentado flagrante contra la dignidad y soberanía de la RPDC y una grave provocación política.

El intento de derrocar el régimen y la intervención en asuntos internos, que comete abiertamente EE.UU. hoy en día bajo el cartel de "DDHH", son la causa que fomenta el disturbio político y choque armado y produce la masacre de civiles en diferentes latitudes del mundo, y esto comprueba que la campaña de "DDHH" y el "influjo de informaciones" de EE.UU. significan la amenaza más grave para la paz y estabilidad del mundo.

A través de la conducta pueril y tosca de la actual administración norteamericana que intenta "coronar" con la abominable campaña de "DDHH" contra la RPDC el período final de su mandato, podemos ver correctamente el mundo interior de la Casa Blanca que se siente frustrada ante el evidente estado real de su política anticoreana que fue desgastada en lo estructural y fracasada totalmente en lo político.

EE.UU. debe conocer que se pondrá de relieve el aspecto verdadero de su fracasada política de "desnuclearización", cuanto más recurra a su inútil campaña de "DDHH".

Son firmes nuestra decisión y voluntad de defender firmemente en lo político, físico y legal la soberanía y régimen político del Estado y la tranquilidad del pueblo, frente a la agravante campaña anti-RPDC de EE.UU. y sus satélites en el terreno de "DDHH".

La RPDC eliminará implacablemente cualquier objeto y elemento que constituya amenaza para la soberanía y seguridad del Estado e implementará constantemente las medidas prácticas para defender los derechos e intereses del pueblo a base de la fuerza poderosa.

Esto adelantará sin falta la llegada de la realidad que no desea y teme más EE.UU.