Su texto completo sigue abajo:

Se exterioriza también en el cosmos el intento agresivo de EE.UU. de mantener a rayas a sus rivales estratégicos y tomar la hegemonía militar en la región de Asia-Pacífico.

Su ejemplo representativo es la ceremonia fundacional de la tropa espacial norteamericana a estacionarse en Japón que el país americano ha orquestado el día 4 en la base aérea de Yokoda.

El comandante de las fuerzas espaciales norteamericanas de Indo-Pacífico trató de engañar a la sociedad internacional describiendo el hecho como si fuera una medida inevitable para contener las "amenazas militares" provenientes de la RPDC, China y Rusia.

Sin embargo, la misión ofensiva de las tropas norteamericanas de este tipo y su expansión consecutiva al ultramar demuestran fehacientemente que tal movimiento militar no es para hacer frente a la "amenaza" de alguien.

Como reconocieron ya los altos funcionarios del Pentágono, la misión de las fuerzas espaciales de EE.UU. es no sólo monitorear la situación de los conflictos en la Tierra, sino también neutralizar a los enemigos en las operaciones militares con el cosmos como su escenario y convertir a las fuerzas situadas en el espacio cósmico en una parte de la capacidad de cumplimiento de guerra de EE.UU.

El número de los efectivos de las fuerzas espaciales de EE.UU., que llegaba apenas a más de 200 en el tiempo de su fundación en el 2019, creció en más de 40 veces sólo a los 3 o 4 años. Y según los crecientes presupuestos, se impulsan con rapidez el desarrollo y prueba de diferentes armamentos que se usarían en la guerra espacial.

EE.UU. determinó la región de Asia-Pacífico como primer lugar de acantonamiento extranjero de sus fuerzas espaciales y organizó la comandancia de las fuerzas espaciales en Indo-Pacífico en noviembre de 2022. Y en diciembre del mismo año emplazó en la República de Corea fantoche los efectivos espaciales en campaña y esta vez volvió a organizar la tropa espacial a estacionarse en Japón.

Su objetivo es convertir con prontitud al cosmos en los campos de batalla en el tiempo de emergencia y asegurar de antemano la capacidad de ataque cósmico a los Estados soberanos regionales al situar de manera concentrada los efectivos de las fuerzas espaciales en dicha región y así tomar la supremacía militar absoluta introduciendo hasta las fuerzas satélites.

Lo comprueban los hechos de que la tropa espacial norteamericana estacionada en RC adiestra la capacidad de cumplimiento de operaciones para el tiempo de emergencia de la Península Coreana al tomar parte con frecuencia en Ulji Freedom Shield y otros entrenamientos militares conjuntos EE.UU.-RC y que en noviembre pasado EE.UU. y Japón conspiraron a ampliar la cooperación cósmica inclusive el desarrollo de satélite de la órbita baja so pretexto de enfrentarse a la "amenaza" de misiles hipersónicos de otros países.

Obviamente, el presente emplazamiento es parte de las tentativas de Washington por la hegemonía y sirve de otro nuevo factor de inestabilidad que lleva la tensión militar regional al peligro sustancial de conflicto armado.

La gravedad del caso es que debido al proceder irresponsable de EE.UU. la posibilidad de choque militar de la región expande a toda prisa hasta el cosmos por encima de las existentes esferas de operación militar como tierra, mar y cielo.

Esta realidad demanda con urgencia a la RPDC garantizar con firmeza el equilibrio de seguridad estratégica regional esmerándose en conocer todos los movimientos militares de las fuerzas hostiles en el cosmos y tomar las inmediatas medidas de acciones.

La RPDC detendrá cualesquier actos provocativos militares que intenten las fuerzas hostiles y defenderá firmemente los intereses de seguridad del Estado y la paz y estabilidad regionales al ejercer de manera cabal y perfecta el derecho a autodefensa.