El estimado compañero Kim Jong Un, Secretario General del PTC y Presidente de Asuntos Estatales de la República Popular Democrática de Corea, visitó el día 24 la Academia Militar Política Kim Il Sung, la máxima de las fuerzas armadas revolucionarias de carácter jucheano.

Todos los profesores, empleados y cadetes de la academia y los uniformados de la subunidad directamente subordinada a ella se encontraban muy conmovidos y jubilosos en espera del momento glorioso en que tendrían al gran y entrañable General en su plantel en este año histórico del octogésimo aniversario de su fundación.

Con la llegada del Secretario General, estallaron estruendosas vivas de los oficiales y soldados del Ejército Popular al General Insigne sin par quien conduce a eternas victorias y honores la brillante historia de nuestras fuerzas armadas revolucionarias con su extraordinaria idea de la construcción militar y abnegada dirección y abre una nueva era dorada de la construcción del ejército poderoso con la doctrina de dar primacía a la ideología.

La academia acogió cortésmente al jefe del Estado.

El Secretario General recibió el saludo de recepción del rector de la academia y rindió homenaje militante a su glorioso estandarte.

Le obsequiaron los ramos de flores un profesor y un estudiante de la academia con el sentimiento de infinita veneración.

Respondiendo a las aclamaciones entusiastas, el Secretario General saludó cordialmente a los profesores y empleados quienes garantizan con el firme espíritu revolucionario y relucientes éxitos docentes y científicos la sagrada causa de la conversión de nuestro ejército en el selecto ideológico y a los cadetes que se forman como prometedores funcionarios políticos.

Le acompañaron el vicepresidente de la Comisión Militar Central y secretario del Comité Central del PTC, Pak Jong Chon, el ministro de Defensa Nacional de la RPDC, No Kwang Chol, y otros miembros de la CMC del PTC.

Hubo el desfile de los profesores, empleados y cadetes con los estandartes en que están impregnados el honor y las grandes proezas de la academia.

El Secretario General pronunció un discurso programático digno de registrarse con letras mayúsculas en los anales de la construcción del ejército autóctono y poderoso.

A pesar del transcurso del tiempo y los grandes cambios de la historia, los rasgos ideo-políticos de nuestro ejército siguen siendo dignificantes y fieles siempre a la generación fundadora del ejército, la patria y el pueblo, lo cual es inconcebible sin las proezas de la Academia Militar Política Kim Il Sung que viene cumpliendo satisfactoriamente su papel en su posición clave en la que garantiza la continuidad del colectivo armado revolucionario, dijo.

Prosiguió que en la nueva época de grandes cambios la fama de la academia brilla con orgullo y su existencia se pone de relieve con un significado extraordinario porque la academia es el lugar donde se vela por la esencia del poderoso ejército revolucionario identificado con la idea del Partido y absolutamente fiel a su guía.

El ayer y el hoy de la historia de la construcción del autóctono ejército constituyen un contraste drástico en cuanto a sus armamentos, pero se mantiene inalterable la idea que ellos llevan cargada, dijo y agregó que la academia ha sido infinitamente fiel a su misión y deber en la trayectoria de la lucha revolucionaria en que se comprueba nítidamente el poderío de la doctrina de dar primacía a la ideología.

Evocó con profunda emoción la honrosa historia del plantel que durante 80 años desde su fundación ha hecho una gran contribución a dar continuidad a la causa revolucionaria con la formación de numerosos comunistas.

Nuestro Partido pone siempre al lado de las proezas heroicas del EPC a los funcionarios políticos que cultivan su noble espíritu y valentía, junto a su escuela, señaló.

Enaltecer como cualidad típica de nuestro ejército la fidelidad y heroísmo incomparables con que guarda como su vida los estandartes gloriosos y responde al llamamiento de la patria sonriendo ante pruebas y sacrificios, es la mayor hazaña del plantel, incomparable con ningún prestigio académico ni éxitos pedagógicos, evaluó y rindió tributo a los esfuerzos que hacen los educadores por la formación del poderoso ejército del Partido.

Nuestro ejército, defensor de la causa, el Estado y el pueblo más justos, debe ser lógicamente el más poderoso del mundo, aseveró y apuntó que el mayor poderío y supremacía que nuestras fuerzas armadas revolucionarias deben mantener y reforzar para cumplir esta importantísima misión histórica y gran responsabilidad son la supremacía ideológica, política, espiritual y moral del ejército del Partido y el pueblo.

En cualquier tiempo y en cualquier país dan por sentado que el soldado y el arma son dos factores principales de las fuerzas armadas y, aún en el siglo XXI, no se liberan de la teoría de dar prioridad a las técnicas castrenses en la construcción de las fuerzas armadas y el cumplimiento de la guerra, lamentó.

Si observamos las guerras pasadas y las modernas, percibimos palpablemente en la realidad las limitaciones de tal teoría que menosprecia la construcción ideológica del ejército, apuntó.

Es una verdad irrefutable que la superioridad ideológica y moral del ejército le confiere la ventaja cualitativa, abogó y recalcó que armar al ejército con la ideología antes de equiparlo con las técnicas militares deviene el meollo de su construcción. Y expuso su nuevo concepto de que el soldado, el arma y la ideología constituyen los tres factores principales de las fuerzas armadas.

Dijo que el fusil sin ideología no es más que una masa de hierro, que fortalecer de manera prioritaria y cualitativa las fuerzas políticas del ejército es la vía principal de la construcción de un ejército poderoso y una conclusión evidente que volvemos a sacar, y que el rumbo de su construcción será hacer selectas las filas combativas, priorizando sin cesar la construcción de un ejército fuerte en lo ideo-político y moral, y luego, lograr el desarrollo vertiginoso de la dotación militar y técnica en todos los sectores como las fuerzas armadas nucleares.

Hoy en día, cuando producimos transformaciones sin precedentes desde la fundación del Estado en un mundo convulsivo, el papel de nuestro ejército que contribuye a materializar el proyecto estratégico y la política del Estado es más importante que nunca, señaló.

Para que el ejército pueda cumplir satisfactoriamente su misión y papel cada vez más importantes, en las actividades militares destinadas a materializar las líneas y políticas del Partido deben haber siempre los funcionarios políticos que se mueven enérgicamente para multiplicar el poder de la ideología, enfatizó y se refirió a la misión y el rol importantes de la academia como supremo plantel político y militar que tiene el deber de afianzar las fuerzas políticas de nuestro ejército.

Se dan casos en que unos funcionarios políticos, educadores de los militares, no responden merecidamente a la demanda y esperanza del CC del Partido, puntualizó. Analizó su causa y pormenorizó las tareas de los profesores, empelados y cadetes en el perfeccionamiento de la preparación político-ideológica y espiritual-moral del ejército.

A partir de la posición y misión importantes de la academia, directamente relacionadas con el futuro de nuestra revolución, ella debe ser la mejor de todas las demás, afirmó y reafirmó la decisión del Partido de remodelar completamente sus condiciones y ambiente docentes.

Subrayó que nuestras fuerzas armadas revolucionarias se fortalecerán más y su poderío invencible se multiplicará sin cesar cuando el plantel sea más fiel a su misión como base principal de la materialización de la línea del Partido en materia del fortalecimiento ideo-político del ejército y como cantera que cultiva el heroísmo de nuestro ejército. Aseveró que la dignidad y gloria perpetuas del heroico ejército brillarán para siempre junto con este plantel que da continuidad a su linaje sagrado y tradición invencible.

Terminado el discurso, volvieron a estallar los vítores de todos quienes acababan de asimilar una teoría revolucionaria original de la construcción del ejército, la cual con la perspicacia ideo-teórica, la clarividencia profunda y destacada disertación ilumina las maneras de fortalecer y desarrollar nuestras fuerzas armadas revolucionarias como vanguardias más selectas en lo ideológico e invencibles con una combatividad sin parangón.

El Secretario General estuvo en varios lugares de la academia inclusive la sala de estudio de la construcción del PTC, la sala de control general de informaciones didácticas y la exposición permanente de éxitos docentes.

Si nuestro ejército es valioso e indispensable para el destino y futuro de la patria y el pueblo, lo son para el ejército esta academia y los educadores y funcionarios que trabajan en ella con lealtad, señaló.

Reiteró que nuestro ejército es firme en lo ideo-político y su combatividad es poderosísima gracias a la academia que forma en un mismo molde a los funcionarios políticos de todas las generaciones y los prepara como competentes que identifican sin parar a todo el ejército con la idea de nuestro Partido.

Tras escuchar los debates de los cadetes sobre el plan del trabajo político partidista, dio valiosas instrucciones que se presentan para formar a ellos como políticos versados en las autóctonas ideas y teorías militares de nuestro Partido y preparados para desarrollar con habilidad las labores políticas partidistas en distintas circunstancias de combate y como activistas políticos que promueven con energía la conversión de todo el ejército en la élite ideológica y espiritual y la perfección de los preparativos de guerra.

Sugirió a todos los profesores demostrar con la acción, la capacidad y la personalidad ante el Partido y sus discípulos que hay que ser revolucionario antes de ser educador. Les exhortó a hacer aporte sustancial a la renovación y el desarrollo de la formación de los funcionarios políticos partidistas al poner en pleno juego la fidelidad convertida en fe, el sentimiento patriótico puro, la perfecta aptitud y el prestigio científico-teórico.

En conmemoración de su visita a la academia se retrató con sus profesores, empleados y estudiantes.

Cuando salió al lugar para fotografiarse, todos los reunidos dirigieron un saludo de infinita gratitud a este padre querido quien al visitar la academia dio el gran programa inmortal para conducir una nueva era de cambio de la formación de los funcionarios políticos del ejército revolucionario y dispensa el amor y benevolencias que se recordarán generación tras generación.

Al reunirse con los cadetes ejemplares en el estudio y la vida, el visitante los alentó y se retrató junto con todos los profesores, empleados y cadetes.

Estos son los mejores revolucionarios en quienes el Partido confía más y en cuyo papel deposita mayor esperanza, destacó y expuso su esperanza y convicción de que todos ellos serán piedras angulares y pilares del ejército revolucionario al hacerse revolucionarios genuinos bien armados con el espíritu del PTC y desempeñarse impecablemente.

Ese día, el Secretario General presenció las competencias deportivas entre los profesores, empleados y cadetes de la Academia Militar Política Kim Il Sung y la Escuela General de Oficiales Kang Kon.

Los dos prestigiosos centros docentes del EPC se compitieron en el fútbol y el voleibol.

El partido de fútbol fue muy reñido y quedó empatado 1 a 1.

Tuvieron que hacer el penalti y finalmente la academia venció a su rival por 5 a 3.

También en el voleibol, la anfitriona salió ganadora con 3 a 1.

Los participantes rindieron máximo homenaje al Secretario General quien al estar todo el día junto con los educadores militares, los alentó a cumplir su deber honroso en fortalecer aun más el poderío político y militar del heroico EPC, y redoblaron la decisión de apoyar con lealtad absoluta y éxitos docentes prominentes la idea y dirección del CC del PTC.

La visita del Secretario General a la academia se registrará en los anales como un momento histórico que dio al heroico EPC, orgullo de nuestro Partido, Estado y pueblo y símbolo de la fuerza, una guía ideo-teórica que le posibilita continuar el honor del ejército fuerte en lo ideo-político y en lo moral y consolidar por todos los medios su formidable poderío para aplastar de un tirón a cualquier enemigo y desafío.