calendar>>May 25. 2025
Estimado camarada Kim Jong Un envía mensaje a funcionarios de la Chongryon y coreanos residentes en Japón
Pyongyang, 25 de mayo (ACNC) -- Con motivo del 70º aniversario de la fundación de la Asociación General de Coreanos en Japón (Chongryon), el estimado camarada Kim Jong Un envió el día 25 a los funcionarios de la Chongryon y otros compatriotas residentes en este país el mensaje "Escribamos una nueva gran historia del movimiento de los coreanos residentes en Japón dándole continuidad al espíritu patriótico de su generación fundadora".

La misiva señala como sigue:

Entrañables funcionarios de la Asociación General de Coreanos en Japón (Chongryon),

Queridos compatriotas residentes en Japón:

La Chongryon, cuyos años de amor al país y nación llevan grabados el nombre enorgullecedor y las huellas gloriosas del modelo mundial de organización de compatriotas de ultramar, saluda el aniversario 70 de su creación.

Durante un largo periodo desde su formación hasta la fecha, en que ha demostrado el indoblegable espíritu e ímpetu de Corea enarbolando su bandera en el centro del capitalismo, ha grabado rastros indelebles en la historia compartiendo el mismo destino que la patria.

En medio de los turbulentos torbellinos de la historia, la Chongryon y los compatriotas radicados en Japón han depositado su destino en su amada patria y han continuado con firmeza el movimiento patriótico nacional siglo tras siglo y generación tras generación. Sus hazañas perduran al igual que el autóctono movimiento de compatriotas en el extranjero.

Con motivo de este significativo día, rindo el más noble tributo a sus funcionarios de la primera generación, entre ellos los compañeros Han Tok Su, Ri Jin Gyu, So Man Sul, Ri Kye Baek, Ri Sim Chol, Yun Tok Gon, Kim Un Sun, Pak Jong Hyon y Ro Jae Ho, quienes abrieron el nuevo y tortuoso camino de dicho movimiento siguiendo la dirección del gran Líder Kim Il Sung e hicieron realidad el nacimiento de la prestigiosa Chongryon, así como a otros activistas coreanos en Japón conocidos y desconocidos.

Además, extiendo mis calurosas felicitaciones y alientos al presidente Ho Jong Man, el primer vicepresidente Pak Ku Ho y otros funcionarios, testigos del crecimiento histórico de la Chongryon y primeros contribuyentes a la obra de amor al país y la nación, y a todos los funcionarios de las organizaciones de base de la Chongryon quienes laboran con el amor consanguíneo cerca de los compatriotas heredando el espíritu de las generaciones precedentes.

Agradezco de corazón a los educadores de la Chongryon y todos los demás compatriotas en Japón quienes contribuyen con toda sinceridad a la educación nacional, sin ningún interés privado ni pedir nada a cambio, en las adversas circunstancias de tierras extranjeras.

De igual forma, envío mis más cordiales bendiciones a los estudiantes de la Universidad Coreana y nuestros preciosos alumnos y niños coreanos en Japón quienes se aplican al estudio con la misión y el deseo de continuar con dignidad el honor y la historia de la Chongryon.

Aprovecho la ocasión para agradecer de corazón a los japoneses honrados y patrocinadores que apoyan activamente y ayudan sinceramente las justas actividades de la Chongryon.

Me complace mucho congratular a todos los compatriotas en Japón en nombre del Gobierno de la República y del pueblo patrio y rememorar con profunda emoción la gloriosa trayectoria recorrida por la Chongryon en esta fecha conmemorativa del enfoque integral de su historia.

El solo hecho de que en estos setenta años los compatriotas en Japón hayan caminado junto con la querida patria superando todas las vicisitudes de la historia, en tierras extrañas con un claro predominio de la discriminación de otras naciones y la desigualdad, constituye un milagro.

Este hecho, sorprendente y difícil de creer para todos, ha sido posible porque los compatriotas en Japón tienen una agrupación patriótica como la Chongryon.

Desde que surgió el término compatriota de ultramar, en el mundo existió y existe una variada gama de sus organizaciones, pero ninguna de ellas se puede equiparar con la Chongryon que tiene una gran idea y tradición, una sólida estructura organizativa, unas masas patrióticas y un ordenado sistema de enseñanza nacional.

La fundación de esa agrupación, que supuso un cambio radical en la vida de los compatriotas radicados en Japón, fue un acontecimiento histórico que les permitió a los desgraciados mártires de la otrora colonia endeble echar para siempre las anclas de su destino en el regazo de su patria genuina.

Con ella, los compatriotas han podido contar con una poderosa organización capaz de sustituir a la patria en la defensa de su dignidad, derechos e intereses e investirse del gran honor de ser integrantes de la primera y autóctona organización de compatriotas en ultramar de la República.

Lo que más valoramos es que el ideal y espíritu que la generación de la fundación de esa organización tenía con el nacimiento de esta y en sus primeros albores, se heredan intactos e inalterables en las generaciones posteriores.

Hoy en la Chongryon ninguno pertenece a la primera generación que comenzó el movimiento de los coreanos en Japón siguiendo al gran Líder y pocos son de la segunda generación que recorrió el trayecto abrupto de la defensa de la Chongryon siguiendo al gran General Kim Jong Il.

Los de la tercera generación, quienes nacidos en el esplendor de la organización consagraron su juventud a apasionadas actividades patrióticas al compás de la patria que vencía dificultades en los años 90 del siglo pasado, son hoy abuelos y abuelas.

Mucho cambia con el paso del tiempo, pero lo que debemos mantener incólume, sin permitir jamás que desaparezca, es la firme continuidad del ideal y espíritu que enarbolaron los fundadores de la Chongryon.

Cuanto más distante sea el punto de partida, con tanto más vigor han de suceder el espíritu patriótico y el estilo de los predecesores, sin olvidar jamás su ideal y méritos.

Su mayor proeza es haber establecido en tierras foráneas la tradición de la lealtad, unidad y amor al país y la nación.

Con una mirada retrospectiva nos damos cuenta de que los compatriotas en Japón anhelan como ningún otro la dignidad del hombre y el fortalecimiento de la patria.

Sus primera y segunda generaciones eran coreanos pobres condenados a sufrir el martirio de la nación que los de hoy asimilamos solamente por medio de la pantalla o el libro, a someterse a la esclavitud llevados forzosamente al extranjero y a aceptar la trágica muerte como destino inevitable.

Por todo ello, confiaron y siguieron incondicionalmente al gran Líder quien declaró la guerra a muerte contra el imperialismo nipón y liberó la patria al cabo de veinte años de la ardua lucha, considerándolo como patriota sin igual y benefactor de la nación.

Con esa confianza absoluta en el padre de la nación, los de la primera generación de la Chongryon atravesaron en un barquito las furiosas olas del Mar Este para participar en los actos conmemorativos de la fundación de la República, no vacilaron en dar la vida para que la bandera nacional flameara orgullosa y emprendieron sin ningún titubeo el viaje a Pyongyang ante la disyuntiva de la existencia o la ruina del movimiento de los coreanos en Japón.

Fue la generación fundadora de la Chongryon la que en el regazo del gran Líder y el gran General estableció la tradición de la unidad y del amor al país y la nación, de la que se nutriría la armoniosa y poderosa comunidad de compatriotas, y abrió la era dorada de la organización.

Hoy el pueblo de la patria evoca a la Chongryon de ayer a través de los compatriotas que con la bandera nacional en la mano lloraban emocionados por su repatriación, las creaciones que llevan los nombres de los comerciantes y empresarios patrióticos y la procesión de miembros de la Unión de Jóvenes Coreanos en Japón que llegaban a la patria portando las cartas rojas de lealtad.

Gracias a la generación fundadora que supo legar a la posteridad esa valiosa tradición como patrimonio espiritual, la Chongryon ha podido conservar intacto su carácter intrínseco sin abatirse ante los retos del tiempo.

Fue esa generación la que combatió con denuedo para proteger la dignidad, los derechos y los intereses del coreano en una sociedad donde prevalece el chovinismo nacional que incita el odio y prejuicio a otras naciones.

Por ser ellos el orgullo nacional que no admite ninguna concesión, nunca cejó en ese empeño en el cual dejó como herencias la lección dolorosa y la tradición preciosa.

La Lucha Educacional del 24 de Abril y el Incidente de Izamiento de la Bandera Nacional en Sendai, registrados como gestas patrióticas en la historia del movimiento de los coreanos en Japón, así como la gran gimnasia masiva e incluso la ópera, en que flameó la bandera nacional de enorme tamaño y que asombraron al mundo por ser las primeras creaciones de esos géneros en la historia del movimiento de compatriotas en el extranjero, mostraron claramente al mundo el ímpetu de los coreanos que nunca se doblegan y no conocen límites.

El aspecto envidiable de la Chongryon, constituida por el centro y las instancias inferiores, las entidades de masas de distintos sectores y sus dependencias, los cuerpos de trabajo y los centros de la enseñanza nacional, es un ejemplo elocuente de lo fuertes que somos los coreanos.

Aún prosigue la lucha de los compatriotas en Japón para inyectar a los descendientes el espíritu nacional, sin tolerar la naturalización.

Entre las hazañas de la generación fundadora ocupa un lugar prominente el haber establecido una historia y tradición ejemplares de la enseñanza nacional.

La historia de esta última es la del movimiento de los coreanos en Japón y sin la entrega total a ella por la referida generación no se puede concebir la firme continuación de la obra patriótica de la Chongryon.

Para realizar el sueño de la educación de sus hijos que vinieron acariciando pese al tiempo implacable, apenas se liberó el país los compatriotas en Japón antepusieron la construcción de escuelas a la de organizaciones.

Las campanadas de nuestras escuelas que resonaron a lo largo y ancho del archipiélago fueron, al pie de la letra, los ecos de patriotismo que sembraron en los compatriotas el alma y espíritu del coreano y despertaron su conciencia nacional.

Mediante la concretización de las escuelas coreanas y el crecimiento de sus alumnos como dignos coreanos en tierras extrañas, la educación nacional de la Chongryon testifica de forma fehaciente ante la historia el gran milagro que obra quien ama y cultiva con todo esmero a las jóvenes generaciones.

Cada vez que veo a los funcionarios y otros miembros de la Chongryon consolidar la base de la organización e impulsar con coraje el trabajo patriótico, sin amilanarse ante pruebas y dificultades en el Japón capitalista, siento un genuino orgullo de esa agrupación y un profundo respeto a la generación de sus fundadores que recorrieron sin vacilación un camino desconocido por residentes en el extranjero de ningún otro país.

La tradición establecida por la generación fundadora no en un ambiente de paz y comodidad sino en las pésimas dificultades, empiedra la ancha avenida de amor al país y la nación por la que transitarán las generaciones venideras. Por esto, la gloriosa historia de la Chongryon proseguirá eternamente.

La continuación de la tradición es la del espíritu y la creación de una historia más brillante.

Las tradiciones patrióticas legadas por la generación fundadora no son meros registros en el libro de la historia, sino se impregnan en el espíritu de las generaciones posteriores que asumen el deber de darles continuidad y se reflejan en la imagen de la sociedad que ellas construyen.

Nos incumbe seguir intensificando la educación en la historia y tradiciones del movimiento de coreanos en Japón y también conceder importancia y esmerarnos constantemente en la formación de nuevas generaciones, todo esto para asegurar la continuidad ideológica y espiritual de la Chongryon.

Lo mismo que en las décadas pasadas, nuestros Partido y Estado presentan y mantienen como tarea estratégica invariable conceder importancia a la Chongryon, protegerla y consolidar su posición.

En reflejo de la voluntad de millones de sus militantes, en el octavo Congreso del Partido del Trabajo de Corea se incluyó en sus Estatutos la protección de derechos e intereses nacionales de los compatriotas en ultramar. Y esta quedó proclamada como una ley por primera vez en la historia constitucional de la República. Esta es una muestra de la férrea voluntad de nuestros Partido y Gobierno de ser fieles a la misión que asumen como eternos protectores de los compatriotas en ultramar, incluyendo los residentes en Japón.

En adelante seguiremos haciendo cuanto esté a nuestro alcance para defender los derechos legítimos de la Chongryon, agrupación de compatriotas en ultramar de la República Popular Democrática de Corea, y engrandecer su dignidad y gloria.

La Chongryon, que se enorgullece de los 70 años de su trayectoria como prestigiosa organización de compatriotas en ultramar de la República, perpetuará cien y mil de años su historia patriótica llena de glorias, con el valor e ímpetu redoblados, sin detenerse contentándose con trabajos y esfuerzos que ha hecho hasta ahora.

Determinará como periodo de una nueva lucha el próximo decenio que culminará con su aniversario 80 y logrará avances sustanciosos en su fortalecimiento como agrupación que da primacía y sirve fielmente a los compatriotas.

En ese periodo escalará a pie firme cada uno de los peldaños de desarrollo anual, defenderá los derechos e intereses de los compatriotas, formará excelentemente a las nuevas generaciones y mantendrá intacta la nacionalidad de la sociedad de compatriotas.

La protección de derechos e intereses, la formación de nuevas generaciones y la preservación de la nacionalidad constituyen las tres labores principales que la Chongryon debe realizar de forma ininterrumpida.

Le corresponde definir como tarea prioritaria la defensa de derechos e intereses de los compatriotas en Japón, combatir con valor por ella y lograr sin falta resultados exitosos.

Desde la liberación nacional hasta la fecha, los coreanos en Japón no han cejado en la lucha por defender los derechos nacionales democráticos e intereses, pero los intereses de mayor importancia como los derechos a la enseñanza, el negocio y el viaje libre a la patria siguen siendo perjudicados.

Persiste la dolorosa situación que imposibilita el viaje libre de los compatriotas a la patria, así como la trágica exclusión de sus hijos de los beneficios para la enseñanza superior y la crianza en casas cuna y jardines infantiles, a pesar de que cumplen los mismos deberes de pago de impuestos que los japoneses.

No podemos dejar que la vida y el futuro de nuestros compatriotas en Japón se vean amenazados por el círculo vicioso de discriminación por tiempo indefinido.

A la Chongryon le compete ampliar por etapas la lucha por defender sus derechos e intereses, tomando como puntos de viraje los congresos integrales, a fin de conferir efectivamente a los compatriotas los derechos más estables y ventajosos a la existencia y el desarrollo.

El primer derecho que debe defender y ampliar es precisamente el de la educación nacional.

Tanto para elevar la calidad de la enseñanza como para ofrecer a los hijos de compatriotas un entorno estable de estudio, el derecho a la educación nacional constituye su quehacer supremo e irrenunciable.

Le incumbe ampliar de continuo la lucha por defender la educación nacional en que convergen los intereses de todas las familias de compatriotas y tomar las medidas destinadas a aligerar la carga de gastos escolares a los padres, de modo que ella no pese a los pequeños como una sombra.

También le atañe recuperar todos los demás derechos que les han quitado y violado a los compatriotas. Todos los grandes y pequeños problemas relacionados con la dignidad y existencia de los compatriotas los resolverá a toda costa con una lucha mancomunada.

Enfrentará intransigente y sin concesión las violaciones del derecho al negocio como la intervención y reglamentación injustas de las gestiones de empresarios y comerciantes compatriotas y su discriminación nacional y perseverará en el fomento de los intereses de las empresas de compatriotas.

Desplegará con audacia la acción y lucha mancomunadas de los compatriotas para que en el Mar Este resuene de nuevo la sirena del barco con rumbo a la patria, al igual que los antecesores que con su lucha indoblegable abrieron la ruta hacia la patria y la defendieron a toda costa.

Mediante las legítimas y justas actividades de defensa de los derechos nacionales, la Chongryon aglutinará en su torno a mayor número posible de compatriotas y promoverá la amistad y armonía con los japoneses, creando con iniciativa circunstancias favorables a sus labores.

Le compete formar vigorosa y alegremente y con rectitud a las nuevas generaciones, que sucederán su obra patriótica, y garantizar con certeza el futuro del movimiento de coreanos residentes en Japón.

Por muy excelentes que sean la historia y la tradición de una organización, su extinción es inevitable y ni siquiera se puede hablar de su continuación, si las nuevas generaciones no están preparadas para ello.

En la patria concedemos a las conferencias de madres y de la Organización de Niños la misma importancia que la del congreso del Partido, porque deseamos preparar a las jóvenes generaciones como genuinas continuadoras de la revolución y asegurar el futuro halagüeño del país.

Mi encuentro, a principios de enero pasado, con los miembros del grupo artístico de niños y escolares coreanos en Japón que participaron en la función artística por el Año Nuevo, partió del deseo de que sean herederos del auténtico patriotismo que encabecen la próxima generación de la Chongryon y de destacar una vez más la importancia de la formación de nuevas generaciones en este año que será un jalón importante en su historia.

A la Chongryon le incumbe dedicar ingentes esfuerzos para formar sanamente, a través de la educación nacional, a las jóvenes generaciones patrióticas, destacadas y con gran sentido de responsabilidad.

Lo fundamental de la enseñanza nacional es incorporar a mayor número de hijos de compatriotas en el sistema de educación regular de las escuelas coreanas, para que aprendan nuestros idioma y cultura, se cultiven el patriotismo y crezcan sanamente bajo la atención de la comunidad de compatriotas.

Últimamente muchas escuelas coreanas atraviesan dificultades debido al descenso de la natalidad y la tendencia a tener pocos hijos que contaminan la sociedad japonesa, a la escasez de fondos, etc. A la Chongryon le compete conocer a fondo la situación de nuestras escuelas, prestar oídos a las opiniones de los compatriotas y tomar a tiempo medidas pertinentes.

El objetivo importante de la educación nacional es convertir todas las escuelas coreanas en planteles ideales y excelentes centros de formación de los hijos de compatriotas.

Lo principal en esta labor es consolidar la base educativa de la Universidad Coreana.

El año próximo celebrará el aniversario 70 de su fundación.

De acuerdo con las exigencias actuales del movimiento de los coreanos en Japón y la tendencia mundial de la enseñanza, han de reajustar de manera racional el sistema escolar y a la vez operar cambios visibles en crear las condiciones de la docencia, el estudio y la vida, colocando a su centro a los estudiantes, para así convertir la Universidad Coreana en un plantel renombrado y prestigioso en el que desean matricular todos los estudiantes coreanos.

A las escuelas coreanas de distintos niveles les atañe prestar profunda atención tanto a la enseñanza del estudiantado como a su educación.

Consagrada al crecimiento íntegro de los estudiantes, su educación es más importante que impartir los conocimientos, razón por la cual la vida escolar y las actividades de la Organización de Niños y de la Unión de Jóvenes Coreanos Residentes en Japón serán un espacio dinámico y positivo para la germinación y el cultivo del amor al país y la nación.

Las organizaciones de la Chongryon y los compatriotas han de formar con gran abnegación y esmero a las nuevas generaciones asumiéndolo como su ocupación principal y su propio deber.

Cada vez que suministramos nuevos uniformes y mochilas escolares a todos los alumnos y niños de la patria, medida que implementamos cada año, y modernizamos escuelas en todas partes del país, necesariamente nos vienen a la mente los preciosos y adorables alumnos y niños coreanos en Japón.

Todas las organizaciones de la Chongryon y los compatriotas serán maestros, padres y patrocinadores de los estudiantes y niños, el futuro de la causa patriótica, y trabajarán para ellos con toda devoción, de manera que crezcan con vigor y la frente alta.

El porvenir de la Chongryon y la comunidad de compatriotas se forja por las manos de las madres.

Deseo que ellas, dotadas de la fortaleza y rectitud propias de las progenitoras coreanas, se esfuercen con tesón por el progreso de la educación nacional aun en medio de muchas dificultades para el pleno florecimiento del precioso sueño y futuro que acarician sus hijos.

Planeamos invitar a los residentes en Japón a las próximas conferencias de madres y niños para que intercambien las valiosas experiencias y discutan las labores futuras con los de la patria y construyan con sus propias manos el futuro prometedor de la Chongryon.

Actualmente la nacionalidad es un denominador común de la sociedad de compatriotas que fomenta amistad, unidad y vínculos de los compatriotas y alienta su amor al país y la nación.

A base de la excelente tradición de la preservación de la nacionalidad, la Chongryon hará prevalecer el espíritu nacional en toda la comunidad de compatriotas como movimiento de la cultura nacional de todos los compatriotas.

El movimiento de la cultura nacional debe, naturalmente, concentrarse en dar a conocer claramente a las nuevas generaciones la larga historia, la brillante cultura y los bellos rasgos y costumbres de la nación coreana, y en hacerlos valer.

Al organizar, con compatriotas que aprecian la superioridad nacional, las colectividades no permanentes como la asociación de divulgación de la cultura nacional y fomentar de manera multilateral la divulgación de las tradiciones nacionales y las actividades de su difusión, la Chongryon debe prevenir la japonización y el reformismo que obstaculizan la preservación de la nacionalidad y engrosar las raíces de la sociedad de compatriotas.

A las entidades literarias y artísticas les compete conducir la comunidad de coreanos a preservar la nacionalidad a través de enérgicas actividades de creación y arte.

Al conjunto operístico Kumgangsan y otros de canciones y danzas les corresponde desarrollar actividades artísticas y creativas que inspiren el sentimiento nacional a los compatriotas y los convoquen al movimiento patriótico, siguiendo el propósito de sus colegas precedentes, de manera que los gustos nacionales predominen en todos los barrios de compatriotas.

Además de las actividades de las entidades artísticas, es preciso promover las de círculos literarios y artísticos y el festival de cultura y arte de diversas formas para que la cultura y el arte de la Chongryon acojan una época de pleno esplendor.

Es menester inyectar viveza y brío al empeño por preservar la nacionalidad, mediante las actividades culturales y deportivas de masas que ocupan un lugar importante en la unidad de los compatriotas.

Es preciso reforzar la unidad de compatriotas con las actividades deportivas de diversas disciplinas, incluidos los deportes nacionales, y formar bien a los deportistas sobresalientes para las selecciones de la República, de manera que pongan de manifiesto el ímpetu de la nación y hagan ondular la bandera nacional en las lides internacionales.

El nuevo periodo de lucha de la Chongryon exige el coraje y empeño multiplicados que correspondan con él.

Las masas de compatriotas son los encargados de escribir la grande y nueva historia del movimiento de los coreanos residentes en Japón, siguiendo el ideal y el espíritu de la generación fundadora.

La primacía de los compatriotas, sinónimo de la bandera de las labores de la Chongryon, significa que los funcionarios deben servir con abnegación a los compatriotas y que estos deben ser protagonistas del trabajo de la asociación.

Los compatriotas constituyen el cimiento de la Chongryon y la fuerza inagotable del patriotismo.

Todos los compatriotas, bien conscientes de que no sólo los funcionarios de la Chongryon, sino también ellos mismos protagonizan la labor de la asociación, han de desempeñar el papel de los impulsores del movimiento de los coreanos en Japón.

El triunfo o el fracaso en la nueva lucha por el fortalecimiento de la Chongryon dependen totalmente del papel de sus funcionarios.

Los que sufren más que nadie en la comunidad de compatriotas, al punto de que a cada rato les viene a la mente el término "batalla enconada y arriesgada", son los funcionarios de la Chongryon.

Son estos los mejores patriotas quienes si dan un paso atrás les espera un futuro solamente para sí mismos, pero que en fiel cumplimiento de la promesa hecha a la patria y la organización se consagran en silencio para los compatriotas, siendo a veces víctimas del malentendido de hasta sus más allegados.

Les toca seguir abnegándose por las masas de compatriotas, teniendo en alta estima la esperanza y confianza de la patria y la asociación y viéndose a sí mismos en sus predecesores que lucharon con valentía, con firme fe y entereza, por amor a la patria y la nación.

La generación fundadora fue en sumo grado honesta para con los compatriotas, consideró el duro trabajo para ellos como oficio innato y enorgullecedor y fue sirviente honrado y abnegado que dio todo lo suyo en aras de sus derechos, intereses y bienestar.

Los funcionarios de la Chongryon deben amparar a los compatriotas de diversos sectores y tratarlos con toda sinceridad, como lo fueron los de la generación fundadora, poseedores de nobles rasgos morales, gran humanidad y amor maternal, propios de los dirigentes de la autóctona organización de compatriotas en ultramar.

Deben guardarse de modo estricto de todo amaneramiento y formalismo en el trabajo con los compatriotas y ser funcionarios competentes, de acción y dotados del estilo y modo de trabajo originales y refinados y de elevada profesionalidad en distintas ramas.

Una vez más les pido a todos los funcionarios de la Chongryon.

Atesoren esta noble denominación como el honor más grande de la vida, sirvan y enaltezcan de todo corazón a los compatriotas y sean sus servidores auténticos y propios familiares que se afanan por su bienestar.

También quisiera pedir encarecidamente a los familiares de los funcionarios a los que siempre estoy muy agradecido.

El sincero apoyo de los amados familiares les da una inmensa fuerza a nuestros funcionarios que, fuera del hogar, trabajan con total entrega por la unidad y los intereses de la comunidad de compatriotas.

En reflejo de mi sentir, atiendan bien a los funcionarios de la Chongryon y compartan con ellos el mismo propósito y sentimiento. Les pido con el alma que el lema "la armonía en la familia lo resuelve todo" comience en sus familias para propagarse por toda la comunidad de compatriotas.

A la Chongryon le atañe educar y conducir constantemente a sus funcionarios y otros compatriotas para que sean coreanos verdaderos imbuidos del espíritu patriótico y de la primacía de nuestra nación.

Le toca realizar de manera sustancial y activa la educación en el patriotismo en estrecha vinculación con la educación en el espíritu de la primacía de nuestra nación en tanto se eleva de manera acelerada la posición estratégica de nuestra República y se manifiesta como nunca antes el orgullo de nuestra nación.

Debe viabilizar la visita a la patria de los jóvenes y otros compatriotas en distintas ocasiones, para que perciban su desarrollo de forma directa, algo que más vale que oír cien veces y un proceso indispensable para su formación como patriotas.

El país que vamos a construir y defender es una potencia donde todos los coreanos en la patria, Japón y otros países gocen de buena salud y vivan en paz y armonía, investidos de una dignidad y prestigio que nadie se atreve a mancillar.

El Gobierno de nuestra República, cuya prioridad permanente es la paz de los compatriotas en el extranjero, protegerá a todos los coreanos con la segura garantía de la defensa del poder estatal y el poderío absoluto, y en ese empeño cumplirá con sus responsabilidades de forma consecuente.

Cobijaremos y cuidaremos, con independencia de la nacionalidad, a todos los que sin olvidar su origen se preocupan por la patria y la comunidad de compatriotas, considerándolos como miembros de nuestro gran pueblo, y disfrutaremos juntos de la dignidad, el prestigio, el honor y los beneficios de la potencia.

Los cuadros de la Chongryon y demás compatriotas residentes en Japón deben forjar su vida y futuro con la frente bien alta y elevada dignidad, siempre conscientes de que detrás de ellos está la RPD de Corea, patria poderosa, y apoyar con el alma inmaculada a la patria madre y su organización.

La Chongryon prestará atención especial a que todos los funcionarios, compatriotas y jóvenes amen y defiendan hasta el fin a ella, la comunidad y la escuela que son el nido de su vida.

Sobre todo, le corresponde intensificar la educación a las nuevas generaciones hasta formarlos con gran apego como excelentes protagonistas del movimiento de los coreanos en Japón de la nueva época que desarrollan intensas actividades en defensa de los derechos e intereses de la comunidad y por el fortalecimiento de su organización.

La Unión de Jóvenes Coreanos en Japón y la Sociedad de Jóvenes Comerciantes Coreanos en Japón, instituciones que acogerán su aniversario decenal en el presente año, procurarán que los jóvenes compatriotas den un nuevo ejemplo de amor a la patria y a la nación haciendo gala de la desbordante fuerza e inteligencia como digna vanguardia patriótica y destacamento juvenil.

En su futuro trayecto la Chongryon afrontará inevitablemente grandes desafíos y dificultades, pero su porvenir que imaginó la generación fundadora devendrá sin falta, mientras que tenga una gran idea del movimiento de los coreanos residentes en Japón, una patria poderosa y unas masas de compatriotas patrióticas.

Nadie podrá detener los firmes pasos que da hacia un futuro luminoso compartiendo el mismo destino con la patria madre y su sagrada trayectoria brillará como nuestra digna y prestigiosa República.

La patria nunca olvidará a la Chongryon y esta pensará en ella a toda hora.

Esforcémonos para construir una Chongryon poderosa.

Mis mejores votos de felicidad y prosperidad para todos los amados compatriotas radicados en Japón.

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